Organizaciones territoriales lideradas por pobladoras y pobladores de la región del BÍO – BÍO, se encuentran en pie de lucha para evitar puesta en marcha de nueva represa. Esta vez, en la comunidad de Rucalhue.
Organizaciones medioambientales, territoriales y autogestionadas se encuentran hoy articulando acciones por el amor al río, defendiendo los recursos naturales de la región, y viviendo ya 6 meses en toma organizada, lo que pareciera ilusorio considerando que vivir en un medio ambiente libre de contaminación es un derecho.
El proyecto energético de Rucalhue es una represa que se ubicara en el rio Bío Bío, con una extensión de 1,5 kilómetros, aquello terminará con un espacio natural, llamado la “junta” y justamente su nombre obedece a la bella intersección natural entre el rio Bío Bío y el rio Quilme, dos brazos de extensa y cristalina agua en contra corriente, que durante los días de calor, ha albergado libremente a personas de comunidades aledañas: Santa bárbara, Quilaco, Rucalhue, entre otros pueblos de la zona.
Además, su puesta en marcha afecta a comunidades pehuenches, a espacios libres de turismo, que se han convertido en una fuente económica importante promoviendo el emprendimiento entre sus jóvenes y fortaleciendo la calidad de vida local.
Sumado a ello, y no menos importante, se indica que los estudios de impacto medio ambiental realizados carecen de confiabilidad, aquello lo expone Paula Riffo – vocera de las organizaciones – para radio Biobío Chile, el 19 de febrero de 2021, en donde relata que “el estudio de impacto ambiental lo realizó un ente no confiable para ellos, ya que no incorporó un estudio de una profesora de la Universidad de Concepción que señaló que en el río Quilme existe una especie de peces nativos que van a ser extintos con la represa”
A la fecha, y en un comunicado oficial, los movimientos en contra de la central Rucalhue, exponen que durante la mañana del 26 de julio han realizado un emplazamiento en municipios de Santa Barbara y Quilaco, como autoridades de la zona, para hacer público la orden de desalojo emitida para desmantelar el espacio de toma, que de momento es el símbolo de unión y acompañamiento de jóvenes en resistencia en búsqueda de justicia y en defensa del río y su territorio.
Y es producto de la invisibilidad y avance de este proyecto, como un grito de auxilio, de apoyo, de manifiesto, el día 7 de agosto se cita a una gran manifestación por los ríos libres, una marcha histórica nunca vista y que busca sensibilizar desde lo más profundo, a los pueblos y a los derechos de su gente.
Fuente: María Fernanda Campos de Somos Bio-Bio